Síndrome de Down
El Síndrome de Down (SD) es una malformación genética también
conocido como Trisomía 21, en el cual una persona tiene un tercer cromosoma 21,
formando 47 cromosomas en lugar de los 46 usuales. Según Ucrós, S., Caicedo, A.
y Llano, G. (2009): “Esta enfermedad fue descrita por primera vez por John
Langdon Down en 1866 como idiocia mongoloide” (p.431).
Cabe destacar que es un síndrome más no
una enfermedad, pues es un conjunto de síntomas que pueden favorecer la
presencia de distintas patologías, representando así una de las causas más
frecuentes de discapacidad cognitiva, sin embargo la cuantía del retraso mental
varía en cada persona con SD, en este sentido también desarrollan habilidades
intelectuales. Además, el fenotipo de las personas con SD es muy variado, dado
que también tienen características físicas de sus padres y hay algunos casos de
SD que no presentan malformaciones graves.
Mecanismo de producción
El Síndrome de Down pertenece al grupo de
las autosomías, es decir anomalías en un cromosoma no sexual. Además es una
trisomía, la cual es un tipo de condición ancuploide, en este caso “se originan
aneuploides por no disyunción, es decir, por una falta de separación de los cromosomas
homólogos o de las cromátides hermanas durante la meiosis o la mitosis” (Pierce,
2010, p.249). En este sentido, estamos hablando de una aneuploidía autosómica,
la mayoría de embriones con esta condición sufren aborto espontáneo, sin
embargo el síndrome de Down al ser una anomalía del cromosoma 21 resulta menos
perjudicial para el producto de la concepción, debido a que este cromosoma es
pequeño y contiene menos genes aproximadamente “230 genes de un total de 20.000
a 25.000 del genoma humano” (Pierce, 2010, p.251).
La mayoría de los individuos con SD tienen
una copia extra del cromosoma 21, esto es conocido Síndrome de Down primario,
el cual suele producirse por la no disyunción aleatoria durante la formación del
cigoto en la meiosis I; las probabilidades de concebir otro hijo con el mismo
síndrome son bajas. El cromosoma extra genera problemas en el desarrollo
morfológico del cuerpo y el cerebro.
No obstante, existe otra clase de SD
conocida como Síndrome de Down familiar, se da por translocación, lo cual es el
intercambio de material cromosómico entre dos cromosomas no homólogos,
generalmente el SD se da por una translocación robertsoniana entre los
cromosomas 21 y 14.
Cabe tener en cuenta que si el gameto
recibe un cromosoma traslocado el producto de la fecundación será
genotípicamente portador pero fenotípicamente normal, a pesar de que tienen 45
cromosomas porque se pierde el cromosoma pequeño resultado de la translocación.
En cambio, si el gameto fecundado recibe un cromosoma traslocado y su homólogo
21, se generará una trisomía 21 por translocación, de ahí su denominación de
familiar pues aparece en la descendencia de los portadores de translocación. Las
personas con esta clase de SD tienen 46 cromosomas pero una copia del cromosoma
21 está adherida a otro cromosoma por translocación.
Además, existe el Síndrome de Down mosaico,
en el cual la no disyunción se produce después de haberse formado el cigoto
normal con 46 cromosomas, este proceso genera una célula con 47 cromosomas que
presente trisomía 21 y un blastómero con monosomía, es decir con 45 cromosomas;
la célula monosómica no se reproduce y muere, en cambio la trisómica continúa
dividiéndose formando una población de células trisómicas. Al ser una persona
con dos grupos distintos de células, las características fenotípicas dependerán
de la cantidad de células normales y trisómicas que tenga el individuo con SD.
Nazer y Cifuentes (2011) afirman que “en
la actualidad se consideran como probables agentes etiológicos de la trisomía
21: (…) anomalías cromosómicas de los padres capaces de inducir una
no-disyunción meiótica secundaria, la exposición precigótica materna a
radiaciones ionizantes y la edad materna avanzada”.
Según Ucrós, S., Caicedo, A. y Llano, G.
(2009): “Estudios epidemiológicos y citogenéticos han identificado algunos
agentes (cigarrillo, alcohol, radiación materna, drogas inductoras de
fertilidad, contraceptivos orales y espermicidas) que podrían alterar el
proceso de meiosis” (p.432).
Características
Los síntomas del SD son distintos
dependiendo de la persona y pueden ser leves o graves. Los rasgos fenotípicos
de los individuos con Síndrome de Down son extensamente reconocidos estos
incluyen: cabeza con una zona aplanada en la parte posterior, rostro plano,
cuello corto, terminación interna de los ojos redondeada, manos cortas y anchas
y pies anchos y cortos.
La
nariz es pequeña con aplanamiento del puente nasal.
La
boca es pequeña, con el paladar arqueado y estrecho y mandíbula poco
desarrollada. Por lo general mantienen la boca abierta.
La
lengua es normal al nacer, pero hacia los dos años aparece una hipertrofia de
las papilas, y hacia los cuatro aparecen fisuras. La lengua acostumbra a
sobresalir de la boca y tiene aspecto escrotal (macroglasia)
Los
labios están engrosados, evertidos y agrietados.
Los
dientes muestran retraso en la erupción. (Ruiz, 2009, p.106)
Además, suelen tener las machas de Brushfield
que son decoloraciones de color blanco o gris localizadas en la periferia del
iris. También padecen de disminución del tono muscular y presentan un crecimiento físico lento, razón
por la cual algunas de las personas con SD no llegan a la estatura adulta
promedio. Otras patologías relacionadas son hipertensión pulmonar, anomalía en
el bronquio superior derecho, diámetro traqueal menor, cardiopatías congénitas,
atresia duodenal, enfermedad celíaca, estenosis duodenal, anganglionosis del
colon, hipotiroidismo, fistula uretroperineal, leucemia, enfermedad de
Alzheimer, cataratas, miopía e hipospadias.
.
Las personas con Síndrome de Down presentan
apnea-hipopnea debido a que tienen vías respiratorias estrechas, tienen
dificultades auditivas, problemas con la masticación debido a la maloclusión.
Además, pueden tener dificultades en el desarrollo de habilidades mentales y sociales,
entre estas se incluye el comportamiento impulsivo, baja velocidad de
aprendizaje y falta de atención.
Una
región crítica establecida en el 21q22.3 está relacionada con el fenotipo de
pliegues epicánticos, fisuras palpebrales oblicuas, puente nasal corto,
protusión de lengua, manos cortas, clinodactilia, separación del primero y
segundo dedo de pies, hipotonía y baja estatura. (…) La sobreexpresión de
algunos genes del cromosoma 21 puede dar lugar a fenotipos especiales. Aquí
algunos ejemplos:
Superoxido
Dismutase (SOD1): envejecimiento prematuro (Enfermedad de Alzheimer) y
disminución en la función de la respuesta inmune.
COL6A1:
puede causar defectos cardíacos
ETS2:
puede ocasionar alteraciones esqueléticas y leucemias.
CAF1A:
puede llevar a deterioro de la síntesis de DNA
Cystathione
Beta Synthase (CBS): conlleva a la alteración de la reparación de DNA.
DYRK:
causa del retardo metal.
CRYA1:
producción de cataratas.
GART:
alteración de la reparación y síntesis de DNA.
IFNAR:
puede disminuir la función de la respuesta inmune. (Ucrós, S., Caicedo, A. y
Llano, G., 2009, p.434)
Referencias bibliográficas
Corretger,
J., Serés, A., Casaldàgila, J., y Trias, K. (2005). Síndrome de Down: Aspectos médicos actuales. Barcelona: MASSON S.A.
Día
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Recuperado de: http://www.un.org/es/events/downsyndromeday/background.shtml.
Estadística.
Granada:
Asociación Síndrome de Down. Recuperado de: http://www.downgranada.org/el-sindrome-de-down/estadistica.
Consultado: 28/05/2017
Nazer,
J., Cifuentes, L. (2011, abril). Estudio epidemiológico global del síndrome de
Down. Revista chilena de pediatría. Recuperado
de: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062011000200004
Pierce,
B. (2010). Genética: un enfoque conceptual.
Madrid: Editorial Médica Panamericana S.A. Ed. 3.
Ramos-Arroyo, M., Lizarraga M., Hernández
B., Martínez, M., Zabaleta, J. y Alonso, A. (2013). Características
demográficas del síndrome de Down en Navarra. Evaluación del diagnóstico pre y
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del Sistema Sanitario de Navarra, 36 (2), 241-251.
Ruiz, R. (2009). Síndrome de Down y Logopedia: Lenguaje de los deficientes mentales. España:
CultivaLibros.
Ucrós, S., Caicedo, A. y Llano, G. (2009).
Guía de pediatría práctica basadas en la
evidencia. Colombia: Editorial Médica Panamericana.
Escrito por Leidy Gonzabay P.
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